Inicia el adviento
El domingo de ayer comenzó el Adviento, la época de preparación para Navidad. Es momento de sacar el calendario de adviento y poner la corona de adviento. Si no sabes de que trata esto, aqui te cuento un poco:
La corona de adviento:
La corona o guirnalda de Adviento es el primer anuncio de Navidad.
La palabra ADVIENTO es de origen latín y quiere decir VENIDA. Es el tiempo en que los cristianos nos preparamos para la venida de Jesucristo. El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad.
Se trata de una corona hecha de follaje, que representa la esperanza; adornada con un listón rojo que significa amor; en el centro se colocan 4 velas; 3 moradas y una rosa. Cada una de las velas se enciende en los cuatro domingos de adviento. El color morado significa arrepentimiento y preparación para esperar la venida de Cristo. La vela rosa significa esperanza y alegría por la próxima llegada.
Es una tradición muy simbólica y sencilla que hace que las celebraciones Navideñas tengan mas espíritu, en estos tiempos en que el consumismo absorve cada celebración que hacemos.
El Calendario de Adviento:
Es un calendario que se puede hacer o comprar y que cuenta desde el primero hasta el 25 de Diciembre. Por cada día del adviento se debe hacer una buena obra; algunos calendarios de adviento ya tienen sugerencias de lo que se puede hacer cada día, pero si no, tu puedes pensar en una acción buena que te prepare para la navidad.
Algunos calendarios son mas elaborados, tienen pequeñas cajitas en las que se coloca un dulce o un pequeño adorno cada día que pasa y se cumplió con la buena acción, otros son mas sencillos y solo constan de un cuadro de tela donde se prende un pequeño listón, No importa como sea; lo importante es entrar en el espíritu Navideño de la mejor forma.
Este calendario es muy útil para introducir a los niños pequeños de una manera muy sencilla y divertida a la preparación durante el Adviento, especialmente al hacer patente el esfuerzo diario por ser mejor, la fidelidad al compromiso y el cultivo de la virtud de la esperanza que tienen como recompensa la recepción y presencia de Dios hecho hombre entre nosotros.